lunes, 15 de octubre de 2007

Renfe, esos hijos de puta...


Pues sí, terminado el verano, y venciendo una vez más esa fuerza titánica que se llama inercia, tocaba dejar el coche y volver a ese transporte público que tanto pregonan los que van en coche oficial pagado por los impuestos de los gilipollas como servidor.

Y tuvo lugar el martes pasado. Primera sorpresa: han cambiado los tornos en Atocha y han colocado multitud de "revisas" para evitar que la gente se/nos colemos.

Pero ahí terminan las sorpresas. Lo demás, igual. Mogollones, calor, gente avasallando y tirándose hacia un asiento que ya quisieran en el mundial de Rugby, niñatos pegando bostezos de hipopótamo, niñatos y no niñatos con el MP3 a modo de hilo musical obligatorio, el subnormal probando los tonos del móvil de las narices (invento para subnormales donde los haya)... Y, por supuesto, el protagonista principal. La puta Renfe y los hijos de puta de los maquinistas. Tocaba parada entre Chamartín y Ramón y Cajal, con bajada del maquinista incluida para mirar quién sabe qué. total, "sólo" 7 minutos para un viaje que en teoría debería tardar 35.

Hoy han sido 10 minutos. Primero, llegar a Atocha con 5 minutos de retraso. Como no es suficiente, han logrado (hablo en plural dado que en Chamartín hay cambio de trenero, motivo que sirve para perder más tiempo aún) acumular otros 5 minutitos de retraso a lo largo del trayecto.

En fin, que en once años han llegado a su hora en ¡¡¡4 ocasiones!!! Utilice transporte público. Que lo utilice vuestra puta madre, alcaldes, concejales y demás vividores tan democráticamente elegidos.

[Imagen publicada con permiso de su autor. Muchas gracias a javioreto ;-)]

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